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Cultura
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Cádiz con niñ@s
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Si hablamos de Chipiona hay que hablar de su faro, el más alto de España y tercero de Europa. Esta obra maravillosa según Estrabón, que casi la parangonaba con el mítico Faro de Alejandría, fue ordenada construir en el año 140 a. C. por el procónsul Quinto Servilio Cepión a fin de evitar a los navegantes que pretendieran remontar el río Betis los escollos de Salmedina: de ahí Turris Caepionis «Torre de Cepión», y de Caepionis, Chipiona. Su función es indicar a los barcos la cercanía del estuario del Guadalquivir, pero desde 1998 además es visitable, ofreciendo unas espectaculares vistas de la ciudad y de toda la Costa Noroeste de la provincia. Para visitarlo hay que coger cita en el 956 929 065.
Chipiona es de los destinos de playas más buscados de la provincia de Cádiz en verano. Su cercanía a la provincia de Sevilla hace que sean muchos los sevillanos que se acerquen a pasar el día y disfrutar de sus playas y chiringuitos. Las Tres Piedras o La Playa de Regla son algunas de sus playas más famosas. En esta última se encuentra el Santuario de Nuestra Señora de Regla. Una estampa inigualable de una iglesia junto al mar que destaca por su buen estado de conservación y sus vidrieras.
El río Guadalquivir es uno de los iconos de Andalucía. Nace en Jaén para desembocar en Sanlúcar de Barrameda, pasando antes por Córdoba y Sevilla. La orilla más occidental del Guadalquivir es en su último tramo el Parque Nacional de Doñana, una delas reservas naturales más importantes de Europa. Desde la provincia de Cádiz se puede llegar y visitarlo cruzando el Guadalquivir con el barco Real Fernando desde Sanlúcar de Barrameda. Es una excursión de unas tres horas en la que irás descubriendo los secretos del Guadalquivir y Doñana. La ciudad de Cádiz rebosa historia y cultura, y también es un interesante destino para descubrir con los más pequeños que disfrutarán al igual que los grandes de la ciudad más antigua de Occidente.
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Junto a la Catedral de Jerez y en plano centro de la ciudad se encuentra El Palacio del Tiempo que acoge el Museo de los Relojes, considerada una de las colecciones de mayor valor en Europa. Fue inaugurado el 20 de marzo de 1973 con una colección de 152 relojes heredados por testamento de la Condesa viuda de Gavia. Actualmente la colección cuenta con 302 piezas, de las cuales más de 280 se exponen en el Museo. En el museo se recogen las técnicas relojeras inglesa, francesa, italiana, suiza, austriaca, y alemana. Tanto si eres amante del fascinante mundo de los relojes, como si no, la visita no te dejará indiferente.
Dentro del casco urbano de Jerez se encuentra su Parque Zoológico y Jardín Botánico con más de 150 especies de plantas y más de 200 de animales que se pueden contemplar cómodamente en un paseo agradable y accesible para todos, pero del que los niños son los que más disfrutan. Muchos de los animales del zoo están en peligro de extinción, por lo que es un lugar idóneo para descubrir especies que no verás en ningún otro sitio.
Tras salir del zoo se apetece un paso por la ciudad de Jerez y sus impresionantes edificaciones. Se trata de una ciudad amplia, limpia y cómoda, donde no es difícil aparcar. Como estamos en la ciudad del jerez, es obligatorio pasar por algunos de sus tabancos (despachos de vinos) y catar cualquiera de las variantes de jerez en su propia esencia. Especialmente concurrida y llena de vida está la Plaza del Arenal con un tío vivo de aire clásico que encanta a los niños.
3000 años dan para mucho, y más para una ciudad abierta al mundo como Cádiz. Por aquí han pasado todas las culturas del Mediterráneo y todas han dejado algo en prenda para que no las olvidemos.
Pero antes de perdernos por las calles de Cádiz, de las que dicen que todas dan al mar, lo mejor es hacerse una idea de la fisionomía de la ciudad, de su forma y sus límites, que la hacen tan especial. Tenemos dos opciones, ambas con bastantes escalones, así que hay ir preparados. Podemos subir los 172 escalones de la Torre Tavira y disfrutar las vistas de Cádiz por los cuatro costados, además de entrar en su cámara oscura, que deja sin habla a niños y mayores. La otra opción es subir a la Torre del Reloj de la Catedral, donde las vistas son igual de espectaculares. Y si de paso puedes hacer coincidir tu visita con la puesta de sol te llevarás unas imágenes que no olvidarás nunca.
Justo al lado de la Catedral está el Teatro Romano de Cádiz, tan grande que para desenterrarlo habría que tirar más de la mitad del casco antiguo de Cádiz. Solo una parte es visible y visitable, pero sin duda merece la pena. Muestra la grandeza e importancia del Gades romano, cuna de Columela o los Balbo.
El Centro de Interpretación permite comprender los restos arqueológicos del edifico romano dentro del urbanismo de la ciudad de Gades, su trascendencia en la formación de la ciudad medieval y el actual Barrio del Pópulo.
Cádiz cuenta con otros museos muy interesantes que despertarán el interés de los más pequeños, como el Museo Provincial, con esculturas romanas y los célebres sarcófagos fenicios (si no conoces la historia te recomendamos que la busques y alucines), el Museo de las Cortes de Cádiz, con una impresionante maqueta de la ciudad en el siglo XVIII, o el Museo del Títere donde reside la célebre Tía Norica.
Una buena idea para comer es ir al Paseo Marítimo de Cádiz, para así conocer de paso extramuros, la parte nueva de la ciudad. En la línea 1 y 7 se llega fácilmente desde el centro. El Paseo Marítimo de Cádiz es un lugar magnífico para correr y jugar, ya que peatones y bicicletas tienen preferencia sobre vehículos a motor. Además cuenta con una magnífica oferta gastronómica donde hay de todo para elegir: pescado, carne arroces. Tiene mucha fama la Marea, conocida por sus pescados y mariscos.
Dado el pequeño tamaño de Cádiz, solo hay un centro comercial en la ciudad, a los pies del Puente de la Pepa, pero las calles de Columela, Compañía y San Francisco son un gran centro comercial abierto, dónde hay sitio tanto para las primeras firmas de la moda nacional como las locales. El bullicio es constante a lo largo del día.
Un día en la ciudad de Cádiz no puede terminar de otra forma que despidiendo al sol en La Caleta, la playa más famosa de Cádiz y que tanto embelesa a los autores de carnaval. Hay bancos para sentarse y disfrutar del espectáculo que cada día la naturaleza brinda a los gaditanos y visitantes, aunque mucho prefieren verlo desde la misma arena. Es momento de relax, silencio y disfrutar con los cinco sentidos.
Ya de vuelta a Cádiz no se puede abandonar la ciudad sin cenar una caballa con piriñaca en el Barrio de La Viña, el más puro y típico de Cádiz con sus macetas de colores y la playa de la Caleta siempre al fondo. En la Taberna El Tío de la Tiza hay que reservar con antelación (en verano incluso días) pero sin duda merece la pena. Ortiguillas, cazón y por supuesto la caballa con piriñaca, el icono gastronómico de la ciudad. Una vez allí lo mejor es ver y oír a La Viña. Puro Cádiz.
Si te asomas a la Alameda de Cádiz justo en frente ves El Puerto de Santa María, desde Valdelagrana a su límite con Rota. Parece que está muy cerca, y de hecho lo está. En el Puerto de Cádiz (aquí llamado el Muelle) se puede tomar el catamarán que en media hora te deja en el centro de El Puerto. Es un viaje divertido y agradable en el que los niños son los que más disfrutan.
Nada más bajarte del catamarán te topas con las Bodegas de Osborne, las famosas bodegas del Toro que vigila las carreteras de España. Todo un icono nacional que se merece un Museo. Eso pensaron los responsables de las bodegas y hace unos años pusieron en marcha Toro Gallery, una visita por toda la iconografía e historia del toro más famoso de España donde se pueden ver desde unas zapatillas de Rafa Nadal con el toro, a un toro hecho con cristales de Swarovzki. Esta visita complementa a la de las bodegas, también interesantísima y donde hay botas de vino firmadas por famosos de todo el mundo
Comer en El Puerto es toda una experiencia. Es el reino del pescado y del marisco. La zona de la Rivera del Marisco es una sucesión encadenada de bares y restaurantes donde en ninguno se come mal. Uno de los más visitados es la Taberna del Chef, donde Ángel León ofrece las delicias de su Aponiente, el restaurante con Tres Estrella Michelín que está al otro lado del Río Guadalete, en formato tapas y a un precio muy competitivo.
Así se le conoce a El Puerto por al cantidad de estas edificaciones que podemos encontrar por sus calles. Así que después de comer qué mejor que un paseo por las calles Misericordia, Palacios o Larga para contemplarlos.
Kilómetros: 89.1 km
Conducción estimada: 1 hora y 30 minutos
Días recomendados: 4
Atractivos: Cultura y gastronomía.
Ver recorrido en mapa: Google Maps
