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El Puerto de Santa María, ciudad luminosa y abierta que se ubica en la desembocadura del Guadalete y en pleno corazón de la Bahía de Cádiz, es sinónimo de Historia y de Cultura. Debido a las diferentes civilizaciones que han transitado por ella, el legado monumental de todo el Conjunto Histórico, es de una variedad y belleza inigualables. Así, en El Puerto nos encontramos con una ciudad milenaria en la que los diversos pueblos que la habitaron nos han legado su huella de una manera única.
Cuenta la leyenda que la ciudad fue fundada por Menesteo, undécimo rey de Atenas que, tras la Guerra de Troya, partió de allí junto a su tripulación hasta llegar a la desembocadura del rio Criso (actual Guadalete), donde, maravillado por el paisaje y el clima, fundó El Puerto de Menesteo.
Los primeros vestigios arqueológicos se remontan al Paleolítico Inferior, por los restos hallados en el yacimiento de "El Aculadero". Pero la primera concentración urbana conocida se sitúa en torno a finales del siglo IX antes de Cristo, en lo que es hoy el enclave arqueológico fenicio del Castillo de Doña Blanca, donde todo apunta que pudo ubicarse la fundación original de Gadir.
El emplazamiento actual de la ciudad data del año 19 antes de Cristo, cuando los Balbo construyeron un canal para reubicar la desembocadura del Guadelete, en plena época imperial romana, pasando entonces a denominarse Portus Gaditanus y a convertirse en una importante aduana de Roma en Hispania por la que transcurría la mítica Vía Augusta.
En el 711 los musulmanes la conquistan tras enfrentarse a los visigodos en la batalla del Guadalete y pasa a formar parte del territorio musulmán conociéndose como Amaría Alcanter, Alcanate o Alcanatif que algunos investigadores traducen como Puerto de las Salinas, Arco o Puente. No en vano, gran parte del término municipal de El Puerto aún sigue siendo un maravilloso entorno natural en el que se ubican unas de las Salinas activas más grandes del sur de Europa.
Con la reconquista de Alfonso X El Sabio, en 1260, pasa a formar parte del Reino de Castilla y a llamarse Santa María del Puerto. El monarca organiza el repartimiento de las tierras y le otorga la Carta-Puebla. Uno de sus edificios más emblemáticos de esta época andalusí es el castillo de San Marcos (ss. X-XIV), mezquita árabe en su origen y bella fortaleza en la actualidad cuya visita no pueden perderse.
Durante toda la Edad Media, El Puerto disfrutó de un progresivo auge marítimo. Posteriormente, a partir del año 1368 y hasta el siglo XVIII, la ciudad pasa a formar parte de la casa ducal de Medinaceli y conocerá durante este periodo sus mayores días de gloria. El propio Cristóbal Colón fue huésped de los señores de El Puerto entre 1483 y 1486 y recibió aportación de estos para emprender el viaje que le llevaría al descubrimiento del nuevo mundo.
Aquí se pertrechó la Nao Santa María, propiedad del marino Juan de la Cosa, cartógrafo que fue piloto de Colón en 1492, y autor del primer mapamundi de la historia que incluía el continente americano (hoy, joya del Museo Naval de Madrid, aunque puedan verse reproducciones en varios lugares de El Puerto).
Su condición mercantilista y su excelente puerto natural como punto de partida y de llegada hacia América, enseguida la configuró como residencia de adinerados comerciantes (Cargadores a Indias), que llegaron desde muchos puntos de España para dedicarse al comercio con América, construyéndose numerosas y monumentales Casas-Palacios que dotaron a la ciudad de su actual fisonomía urbanística. Palacios como los de Araníbar, sede del Centro de Interpretación de Cargadores a Indias, el palacio de Reinoso Mendoza, Valdiveso o Purullena, entre otros, cuyos patios, decorados con materiales ostentosos de la época, aún pueden visitarse, especialmente durante la cada vez más popular Fiesta de Los Patios del mes de mayo. También en estos años se levantaron diversos edificios civiles y religiosos de los que podemos disfrutar en su mayoría, como el Monasterio de la Victoria o la Basílica de Nuestra Señora de Los Milagros (ambos de estilo gótico). De su arquitectura civil destacan la Lonja, el hospital de San Juan de Dios y la fuente de las Galeras.
Durante los siglos XVI y XVII, El Puerto es invernadero y base de las Galeras Reales y sede de la Capitanía General del Mar Océano. Este hecho determinaría su protagonismo en la preparación de importantes expediciones navales de carácter militar. Proclamado rey Felipe V, la ciudad pide su incorporación a la Corona.
A partir del siglo XIX, El Puerto vive un gran desarrollo mercantil, acentuado por el auge de la industria bodeguera y de una importante burguesía que sigue habitando estas Casas Palacio o construyendo otras nuevas, de bella impronta isabelina, lo que propicia la expansión de la economía local, la modificación del espacio urbano y una época de gran prosperidad en toda la ciudad.
Una visita indispensable en El Puerto son sus famosas bodegas como Caballero, Gutiérrez-Colosía o Bodegas Osborne, cuyo emblema, el popular Torode Osborne, símbolo de El Puerto de Santa María, aún acompaña al viajero por todas las carreteras de España y forma ya parte inseparable de su paisaje. En esta bodega de más de 250 años, puede visitarse Toro Gallery, un moderno espacio cultural que alberga distintas modalidades artísticas, reproducciones del toro hechas por prestigiosos artistas internacionales y una interesantísima colección de piezas y documentos de la familia que sorprenderán gratamente al visitante.
Todas estas bodegas, en las que se maduran los mundialmente famosos caldos de la denominación de origen del Jerez-Xérès-Sherry, están, además, muy próximas al centro histórico, a la zona de bares y restaurantes donde se pueden degustar suculentos pescados y mariscos en lugares tan típicos como la Ribera del Marisco y, también, a la estación marítima, desde donde se puede viajar en catamarán hacia o desde Cádiz en apenas 25 minutos.
El Puerto es conocido universalmente también por ser la cuna de Rafael Alberti, una de las figuras cenitales de la Generación del 27 que hizo posible que en la Literatura Española se hablara de un nuevo Siglo de Oro. El museo Fundación Rafael Alberti, ubicada en la casa de su niñez, es un centro indispensable para el conocimiento y la difusión de su obra. A otro escritor de la tierra se debe la celebración en verano del importante Festival de Teatro de Comedias Pedro Muñoz Seca.
El Puerto se configura desde hace décadas como el centro de recreo por excelencia de la bahía gaditana. Y aunque el verano sea su mejor época, la ciudad puede disfrutarse durante todo el año gracias a su animación, a su oferta de ocio y a sus magníficas temperaturas. Durante los meses estivales, sus playas de Valdelagrana, de Levante, junto al Parque Natural de Los Toruños, La Puntilla, La Calita, La Muralla, Santa Catalina y Fuentebravía, suman más de 16 kilómetros de arenales idóneos para el baño y las actividades náuticas, tanto en los clubs náuticos como en Puerto Sherry con sus competiciones de vela internacionales y sus modernas instalaciones deportivas, pero, el resto del año, El Puerto es un Oasis de naturaleza, ideal para el viajero que gusta disfrutar de estancias más serenas y conocer detenidamente los encantos del entorno. Todo ello, unido a su inmejorable clima, su ubicación estratégica, su buena comunicación, su abundante abanico de alojamientos y su amplia oferta gastronómica y renombre internacional, convierten la ciudad de El Puerto de Santa María en uno de los más señeros destinos turísticos del sur de España.
Se puede obtener más información en la web: Turismo El Puerto Santa María
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