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4 días
Cultura
Playa
Cádiz relax
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¿No recibes tu experiencia?¡Estábamos deseando tenerte de nuevo por aquí! Esta vez te proponemos una ruta por la costa gaditana, siguiendo un recorrido con los faros que podemos admirar e incluso visitar. Algunos de ellos son de nueva planta, otros son reconstrucciones de antiguas torres vigías y sistemas defensivos. Unos están encaramados en lo más alto de acantilados verticales y otros en lomas cerca de ríos. Si pudieran contarnos sus historias, nos narrarían batallas, ataques piratas, naufragios y rescates. Quizá no es necesario que hablen y nos baste con saber leer sus arrugas... ¡Venga, haz las maletas!. Echa lo que necesites para una viaje de cuatro días, sin olvidarte de la ropa de baño. Nos vamos a Cádiz a conocer la -otra- Costa de la Luz.
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Iniciamos esta expedición en Sanlúcar de Barrameda. En este hermoso municipio a orillas de la desembocadura del río Guadalquivir encontramos dos ejemplos de faros asociados a un río. El primero, el faro de Bonanza (1870), está en las inmediaciones del puerto de Sanlúcar. Tenía como fin facilitar el acceso a las embarcaciones que tenían como destino el puerto de Sevilla. Este punto de luz se completó con el faro de San Jerónimo, situado más arriba del cauce del río y trasladado luego al pinar de La Algaida.
En la actualidad, ninguno de los dos está operativo. No son nada comunes los faros de río -quizá porque tampoco son muy habituales los ríos navegables-. Por eso, en un viaje sobre faros nos parece imprescindible mostrarte estos dos. Además, son obra de un ingeniero de faros muy reconocido, Jaime Font, que dejó su sello en varios puntos de la provincia.
También es imprescindible que reparemos en los hitos que recuerdan la relevancia de Sanlúcar en los viajes al nuevo mundo y otros acontecimientos históricos de la época, que tienen al puerto de Sanlúcar y sus playas como escenarios. Es el caso de la primera vuelta al mundo. Tres años tardaron en lograr la gesta (1519-1522). En el paseo de Bajo Guía, un monumento conmemorativo marca el punto de salida de aquella expedición. Se llama la Legua Cero. Más adelante, en el paseo marítimo, hay un mural cerámico de dos caras que recuerda el acontecimiento. Si te va el tema de las maquetas, alucinarás con la que hay en la Fábrica de Hielo. Es una réplica de la nao Victoria, la única que logró regresar a casa. Relacionado con la conmemoración de la primera circunvalación, existen otros puntos de interés. Aquí tienes las dos rutas que proponen desde la oficina de turismo en Sanlúcar.
Para almorzar, puedes ir a los restaurantes de Bajo Guía o, si es verano, a alguno de los chiringuitos de playa.
Esta tarde la pasaremos en Chipiona. Daremos un paseo por la playa Cruz del Mar, dominada por un gran corral de pesca que queda al descubierto cuando baja la marea. Las aguas de Chipiona tienen un gran contenido en yodo, así que son hasta recomendables para la salud. En la antigüedad, esta zona en la que nos encontramos era la puerta de entrada y salida en las relaciones comerciales de la ciudad. La Puerta del Mar la llamaban. En ese punto, se colocó una cruz de madera para señalar la entrada al pueblo, como era costumbre en la época. Hoy en día es un lugar emblemático para los chipioneros. Cuando el 1 de noviembre de 1755 un maremoto azotó las costas gaditanas (terremoto de Lisboa), los vecinos de Chipiona trajeron hasta la cruz del mar al Cristo de la Misericordia para que intercediera por ellos. Desde entonces, el primer día de noviembre de cada año, el Cristo sale en procesión y realiza el mismo recorrido.
Caminando por el paseo de la Cruz del Mar, llegaremos a la plaza y el castillo de Chipiona (S.XIII). Hoy acoge el centro de interpretación turística Cádiz y el Nuevo Mundo, dedicado a la relación de la provincia de Cádiz con el descubrimiento de América. Puedes informarte de los horarios llamando al teléfono 956 92 90 65. (Cerrado por covid)
Seguiremos nuestro recorrido hasta el faro de Chipiona (1867), el más alto de España y uno de los más altos del mundo, según presumen por aquí. Una torre de 69 metros de altura y 322 escalones que podremos catar peldaño a peldaño hasta la cúpula. ¿Quién dijo miedo? La entrada cuesta 5 euros. Es imprescindible reservar de forma previa (teléfono 956 929 065)
Cuando llegue la hora de la cena, aprovecha para probar su gastronomía: pescados, mariscos, tomates y productos de la huerta local no faltan en sus platos. No te olvides de pedir moscatel. Los de Chipiona están entre los mejores.
Hoy ponemos rumbo a Rota. Entre las playas de La Costilla y El Rompidillo, frente al puerto, se alza orgulloso un blanco faro cuya luz alcanza más de una decena de millas náuticas. Es de finales del siglo XX. Detrás de ti hay restos de la antigua muralla que rodeaba la villa y, ¡oh, sorpresa! otro faro del S. XX justo encima. Estás en una zona muy interesante desde el punto de vista monumental. Cerca están el Castillo de Luna (S. XIII), construido sobre un antiguo ribat, y la parroquia Nuestra Señora de la O (S.XVI). La oficina de turismo municipal organiza una ruta llamada 'Descubre Rota' que seguro que te interesa.
Ya que estamos por aquí, vamos a ir a Cádiz en catamarán, el transporte público marítimo que une a los municipios de la Bahía de Cádiz. Mientras sale nuestra embarcación, nos da tiempo de llegarnos al mercado de abastos y comprarnos algún tentempié o llevarnos como recuerdo una botella de tintilla, un vino dulce típico de Rota que podrás encontrar en las bodegas El Gato.
Desde el mar: faro de Puerto Sherry
Durante el desplazamiento en el catamarán verás el faro del puerto deportivo Puerto Sherry, en El Puerto de Santa María. La construcción es reciente, pero hay que reconocer que tiene un aspecto encantador, igual que el resto del poblado (si quieres visitarlo, pero no quieres perderte lo del catamárn, te proponemos un plan B: venir hasta El Puerto en tu vehículo y coger el catamarán a Cádiz desde el puerto de El Puerto. El recorrido es más corto, aunque igual de mágico)
¿A que te ha encantado llegar navegando a Cádiz? Es un placer para los sentidos contemplar desde el mar la silueta de los municipios de la Bahía y desembarcar en el corazón portuario gaditano.
Ahora iremos a la playa de la Caleta. Podemos ir andando, recortando por las callejuelas del centro; o seguir el perfil marítimo bordeando por la Alameda. También están cerca las paradas de autobús urbano (tienes que coger el número 2), taxi y buses turísticos. En estos últimos podemos realizar una visita panorámica. El billete dura 24 horas, incluye propuestas de recorridos a pie y puedes subir y bajar cuantas veces quieras.
La Caleta y el faro: San Sebastián
La playa de La Caleta es muy coqueta, ya la verás. Es la playa que han usado siempre los gaditanos que viven en la zona centro y quienes buscan refugio del viento de levante, cuando éste impide disfrutar de las otras playas de la localidad. En cada flanco, un castillo: el de San Sebastián y el de Santa Catalina. En el centro, un antiguo balneario de un blanco impoluto. Y en el mar, pequeñas barquitas mecidas por las olas. Todo muy poético. Si las musas de la inspiración vivieran en algún sitio, sería en La Caleta.
Hemos venido hasta aquí para alegrarnos la vista y para ver el faro de San Sebastián. Está en el interior de un castillo (S. XVIII), situado a su vez en un islote donde se supone que se encontraba el clásico templo de Kronos. Un paseo artificial (malecón) sobre las rocas une la isla con el resto de la ciudad. El faro que hay ahora es de principios del S. XX. Se sabe que siglos antes existieron al menos otros dos, además de una torre vigía. La visita al recinto del castillo no es posible. Sí podemos pasear por el malecón y contemplar las vistas del entorno. Dicen que las puestas de sol desde aquí o la playa de La Caleta son las mejores. ¿Lo comprobamos?
Ahora tienes la opción de volver en catamarán a Rota a recoger el coche o pasar la noche en Cádiz y volver a Rota mañana. Nosotros optamos por esta última. Un viaje por la ruta de los faros de la costa de Cádiz no estaría completa sin cenar en El Faro de Cádiz (reservas 956 211 068) o en algún establecimiento del barrio de La Viña.
Entre mitos y leyendas: Faro de Sancti Petri
Tercer día. Lo primero es regresar a Rota a por el coche. De ahí, vamos a Chiclana. En un lugar legendario del litoral gaditano, la isla de Sancti Petri., que pertenece a San Fernando. Hay un faro al que sólo podremos llegar surcando el mar. Hay quien va en kayak. Nosotros no tenemos suficiente experiencia, así que preferimos ir en barco y dejar el kayak para aguas del parque natural de la Bahía de Cádiz.
Realmente, la isla de Sancti Petri es lo que queda de otra mucho más grande. Los fenicios la llamaban Kotinusa. En cada extremo, había un templo: el de Kronos (en el islote de San Sebastián que vimos ayer, en Cádiz) y el de Melkart (en Sancti Petri). El lugar ha sido muy importante para las culturas fenicia y romana. Aparece citado por historiadores clásicos. Estudios arqueológicos confirman su importancia, dados los restos que han aparecido en la zona (pueden verse en el museo provincial y los museos municipales de Chiclana y San Fernando).También los árabes se percataron de su importancia estratégica. Lo que estás visitando hoy es la reconstrucción de un baluarte defensivo que se levantó aquí en el S. XVI y del que queda la torre. Sobre ésta hay un faro. Es nuestra excusa, esta vez, para venir a Sancti Petri. Puedes consultar horarios para entrar al recinto del castillo e incluso apuntarte a visitas guiadas en el 667 502 369.
A la vuelta, puedes darte un paseo por el antiguo poblado de Sancti Petri, comer algo en los establecimientos de la zona, o quizá te apetezca ir a la playa de La Barrosa,tomar el sol y almorzar en alguno de los chiringuitos de la playa o el paseo marítimo.
Sobre acantilados: Faro de Roche
A continuación, nos dirigiremos al faro de Roche, en Conil de la Frontera. Está muy guay llegar hasta aquí caminando o en bici, a través del sendero Calas de Roche y pegarse un chapuzón de vez en cuando a medida que avanzas.
Nosotros optamos por llegar en coche, por la CA 4042 que nos deja en la misma puerta. El faro se sitúa sobre un acantilado, en una antigua torre vigía que formaba parte de la línea defensiva de la costa. Data del S. XVI, aunque perdió buena parte de su fisonomía original cuando fue reconvertida en faro.
Las vistas desde el mirador son increíbles. Desde donde estás, a la izquierda, estarás viendo nuestro próximo destino, el faro de Trafalgar.
Un lugar místico: Faro de Trafalgar
Una bonita forma de llegar al faro de Trafalgar (S. XIX) es desde la playa de Los Caños de Meca (Barbate). Caminando por la orilla, es posible aproximarse hasta los pies de esta estructura, situada sobre un tómbolo de arena. El conjunto se encuentra en el parque natural de La Breña y Marismas del Barbate. Las excavaciones arqueológicas realizadas alrededor del faro han revelado restos de un antiguo templo dedicado a la diosa Juno y una factoría de salazones, lo que da cuenta de la relación histórica de este municipio con la pesca.
Junto al faro quedan restos de una torre vigía construida en el Siglo IX. Trafalgar también entró por las malas en la historia naval europea después de una batalla (1805) que puso fin a la hegemonía de la armada española y en la que murieron 5 millares de personas.
Te animamos a que contemples la puesta de sol desde aquí. Es una experiencia única. Casi mística. Luego iremos a cenar a alguno de los chiringuitos de la zona.
Isla de Las Palomas: Faro de Tarifa
La última jornada de nuestro viaje la pasaremos en la comarca del Campo de Gibraltar. Puerta de paso entre dos mares, frontera entre continentes, con dos parques naturales (El Estrecho y Los Alcornocales) y una colonia en su territorio marcan profundamente el carácter y el paisaje de esta zona.
Primero iremos a la la isla de Las Palomas, en Tarifa. Es el punto situado más al sur del continente europeo. El espigón a través del cual se accede a esta estribación rocosa marca el límite entre el Atlántico y el Mediterráneo. La visita merece la pena por ver una torre almenara del S. XVI hoy reconvertida en faro, el recinto amurallado (S XIX), cuarteles militares, una necrópolis fenicia... y sobre todo -sobre todo-, porque sigue siendo un recinto militar y el acceso es muy restringido. La visitas hay que gestionarlas con un mínimo de 72 horas de antelación. Consulta horario y reservas en el punto de información del Parque Natural del Estrecho 671 492 755.
Y ahora que conocemos la isla de Las Palomas desde la superficie, ¿nos sumergimos y conocemos los tesoros que aguarda bajo agua? Os recomendamos contactar con alguna de las empresas de buceo de la zona y solicitar sus servicios, para que os enseñen los lugares más chulos, según vuestro nivel.
Luego puedes tomar un rato el sol playa Chica.
Algeciras: faro de Punta Carnero e Isla Verde
Después del almuerzo y si tuviéramos más tiempo, nos gustaría hacer el sendero de la Colada de la Costa. Como no lo tenemos, nos guardamos las ganas para la próxima experiencia y, entre tanto, ponemos rumbo a Algeciras.
El faro de Punta Carnero se encuentra en un cabo con ese mismo nombre. Fue inaugurado en 1874. Es obra del mismo ingeniero que hizo los faros de Chipiona, Bonanza y San Jerónimo, así que apreciarás similitudes. Curioseando por los alrededores podrás apreciar los flysh de Algeciras. Son el resultado de millones de años de procesos geológicos y que otorgan a la costa algecireña uno de los paisajes más hermosos del litoral gaditano.
En Algeciras hay otro faro, el de Isla Verde. También obra de -¿adivinas?- Jaime Font. En su día Isla Verde era una isla en la que se construyó una fortificación en el S. XVIII. El conjunto se conserva en el interior del recinto portuario Bahía de Algeciras. El faro ya no está operativo.
Fin de trayecto: faro de Punta Carbonera
Por último, nos dirigimos hacia San Roque. Nos aguarda el faro Punta Carbonera, el último que veremos en nuestra expedición. Aparca en el paseo marítimo de la urbanización La Alcaidesa y baja hasta la playa. Llegaremos hasta el faro caminando, durante un agradable paseo por la orilla del mar de apenas poco más de 500 metros.
El faro se construyó a finales del siglo pasado sobre una torre del S. XVII. No me dirás que las vistas no son meritorias del punto y final de este viaje. No, final no. Punto y seguido. Aún nos queda cenar en algún chiringuito -por ejemplo- y brindar por encontrarnos pronto. ¡Salud!
Kilómetros: 280 km. |
Conducción estimada: 5 horas y 40 minutos. |
Días recomendados: 4 |
Atractivos: Playa y cultura. |
Ver recorrido en mapa: Google Maps |