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Algodonales celebra que hace más de 200 años sus campesinos se enfrentaron a un ejército de 5.000 soldados.
Nadie se explica cómo un pueblo tan pequeño pudo frenar durante dos días el asedio de más de 5.000 soldados franceses. Fue la resistencia más heroica de la Sierra gaditana que se ha convertido hoy en día en la recreación histórica más genuina, en una fiesta imprescindible para conocer la historia y la cultura de la Ruta de Los Pueblos Blancos.
La fiesta se celebra el primer fin de semana de mayo con tabernas como las de antaño, personajes de la vida cotidiana, escaramuzas, desfiles, ataques al campamento francés y la recreación de hechos verdaderamente históricos: la entrada del alcalde y los heridos de un pueblo cercano y el asalto de los franceses al pueblo de Algodonales.
Aquel fatídico 2 de mayo de 1810 fallecieron en Algodonales más de 300 vecinos y las tropas napoleónicas quemaron más de 70 viviendas. Pero dos siglos después, más de 600 descendientes de aquellos campesinos se meten de lleno en el papel de labradores, de militares franceses del XIX y hasta del ejército español que nunca apareció en su auxilio. Y el objetivo es recordar la historia con un brindis de futuro, optimista y hasta un punto divertido. Porque perdieron la batalla pero no la dignidad.
Durante tres jornadas, este pueblo de 6.000 habitantes levanta el telón al mediodía y no lo cierra hasta la madrugada. La fiesta comienza el viernes con un desfile inaugural, la apertura más de tabernas y puestos de artesanía de la época, ataques al campamento francés y la dramatización de la entrada del alcalde y los heridos de Montellano. También te puedes encontrar con una demostración de esgrima que representa la lucha entre españoles y franceses.
El sábado es la inauguración oficial. Se realizará la recreación de la batalla al mediodía, una trágico suceso que enfrentó a una columna de entre 5.000 y 7.000 hombres a un ejército de campesinos pobres y desarmados. En los acontecimientos del sábado también destacan una batalla infantil realizada y la puesta en escena de la Jura de la Constitución de 1812.
El domingo recrean escenas de la vida cotidiana del siglo XIX, desfile de todas las tropas participantes y enfrentamientos entre tropas francesas y el pueblo español. La mañana culminará con una comida popular para todos los asistentes del potaje algodonaleño. La fiesta se suele despedir con un baile en el centro del pueblo.
El Ayuntamiento de Algodonales recuerda que la Guerra de la Independencia Española “fue un conflicto armado que convulsionó la península entre 1808 y 1814 y que puso a España contra el primer Imperio Francés como consecuencia de la política expansionista de Napoleón I”.
“Este conflicto –añaden- permitió el surgimiento del sentimiento nacional y miles de españoles se levantaron contra los franceses. Algodonales, una localidad de la Sierra Gaditana, siguió el ejemplo de estos valientes españoles y se enfrentó al invasor haciendo gala del heroísmo que impregnó la Guerra de la Independencia”.
El Ayuntamiento recuerda que “la resistencia de este pueblo y su valor ante el ataque francés” hizo que Fernando VII le otorgase el título de Villa y un extenso término municipal. Y doscientos años han servido para que de las cenizas de un pueblo arrasado naciera una manifestación cultural muy atractiva para propios y extraños.