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4 días
Naturaleza
Cultura
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¿No recibes tu experiencia?Marismas, salinas, playas, planicies fangosas y pinares conforman el paisaje del parque natural de la Bahía de Cádiz. Espacios naturales que son a la vez origen y consecuencia de la acción de la mano del hombre, y que han dado lugar a uno de los humedales costeros más importantes de Europa. En este viaje te proponemos conocer la tradición, cultura, gastronomía y naturaleza asociadas a dos de las joyas culinarias de la provincia: la sal y el pescado de estero.
Puedes hacer este viaje en cualquier época del año, ya que todas tienen su interés desde el punto de vista paisajístico, natural, cultural y gastronómico. Sin embargo, sugerimos noviembre, puesto que es el mes de temporada de pescado de estero y podrás degustar este producto. Asegúrate de que echas en el macuto todo lo necesario para estos cuatro días: ropa y calzado cómodo, depósito de agua, protección solar, gorra y prismáticos. Vamos a practicar senderismo y si algo caracterizarán nuestros paseos, además de las vistas, será la suavidad del terreno y la ausencia de sombra. Pronto lo entenderás todo.
Comenzaremos la jornada temprano. Vamos a observar aves en uno de los parajes naturales más importantes del parque natural Bahía de Cádiz: las salinas de Carboneros, en Chiclana de la Frontera. Haremos un sendero señalizado, de dificultad baja, circular y con unos 5 km de recorrido. Primero, atravesaremos una pequeña zona de pinos piñoneros. El sendero propiamente dicho empieza tras cruzar el caño de Carboneros. Caminamos por una salina abandonada y sus esteros (grandes depósitos de agua de mar). A simple vista, podrás ver diversas especies de aves, como avocetas, cigüeñelas, chorlitejos patinegro, martín pescador y una de las poblaciones más numerosas de flamencos de la Bahía de Cádiz. Si optas por el recorrido más corto, en cosa de dos horas y media habrás vuelto al principio, antes de que apriete el calor del mediodía.
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Es hora de reponer fuerzas antes de la siguiente parada. Recomendamos un tentempié en la Tetería Medina de Tetuán, un pintoresco local decorado al estilo marroquí en el que podremos deleitarnos con lo mejor de la repostería artesanal y cocina árabe. Yo no me iría sin probar los cuernos de gacela.
A continuación, nos dirigiremos a las salinas Santa María de Jesús. Podemos llegar en coche hasta la puerta, a través de un camino de tierra por uno de los márgenes del río Iro. En unos minutos, a mano derecha, llegaremos a nuestro destino. Esta antigua salina recuperada es hoy el Centro de Recursos Ambientales (CRA) Salinas de Chiclana. Dispone de una amplísima oferta de posibilidades para toda la familia: desde un museo hasta un mirador, pasando por una tienda en la que puedes adquirir las sales recolectadas en la propia salina de forma artesanal y despesques.
Recorrer las instalaciones no te costará nada, aunque hay visitas guiadas a partir de dos personas que puedes concertar con anterioridad. Si es verano, no te vayas sin probar alguno de los tratamientos del Spa Salino (solo en temporada estival y previa reserva: 667 664 844 / 670 465 909). Nada como un buen exfoliante de sal, una envoltura de algas o un baño de fango y un masaje relajante en pleno parque natural de la Bahía de Cádiz. Humm, parece un buen plan para después del almuerzo. Pues no se diga más, pide mesa en su restaurante -mejor si es con reserva- y saborea los productos extraídos de sus propias salinas y esteros son los protagonistas de la carta: arroz con algas, croquetas de dorada, ostras de estero... ¡habrá que probarlo!
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Con la piel suave y recién exfoliada, lo que apetece ahora son unas pastitas de almendras de la Cafetería Hornos La Española o un chocolate con churros de esos que tanta fama les han dado. Si el calor aprieta, un helado artesanal es una gran opción. Puedes dejar el coche en la zona azul del centro o en el parking de la plaza de las Bodegas y seguir el resto de la tarde a pie.
Muy cerca, en la Plaza de Las Bodegas, visitaremos el Centro de Interpretación del Vino y la Sal. Es un espacio dedicado a la divulgación de estos dos recursos tradicionales de la economía y gastronomía local. Encontraremos recursos audiovisuales e interactivos, fotografías y paneles explicativos, que nos ayudarán a comprender el origen de las salinas chiclaneras, el valor de la sal producida de forma artesanal, la diferencia entre los tipos de sal artesanal (marina virgen, de escama y flor de sal), así como la intrínseca relación entre estos espacios naturales y su flora y fauna. Está abierto en horario de mañana y tarde, de martes a viernes. Los sábados sólo por la mañana. La entrada es gratuita.
Para cenar y sin salir del centro, en Marisquería Manguita encontraremos los más afamados surtidos de pescados y mariscos de esteros. En el Mesón Lorena, además de pescado de estero (en temporada) encontrarás buena cocina tradicional, pescaíto frito y carnes a la plancha.
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¿Listos para seguir el viaje? Conduce por la A-48 hasta el nudo de Tres Caminos y sigue las indicaciones hacia San Fernando Sur. El paisaje te resultará familiar. Marismas, caños, salinas, esteros... ¡Claro, todo esto también es parque natural! Hubo un tiempo en que la Bahía de Cádiz llegó a albergar más de un 140 salinas. Estuvieron trabajando hasta mediados del S XX, cuando dejaron de ser rentables. Algunas resisten con mucho tesón, como Bartivás (su sal con chimichurri te alegrará todos los platos) y otras están siendo recuperadas ligando la actividad al ecoturismo, proyectos de I+D y científicos.
Por ejemplo, la salina de San Vicente ha diversificado su actividad y dispone de un agradable local para celebraciones. Podrás visitarla si vas en grupo. Si no, siempre puedes pasar por el despacho y adquirir alguna de sus variedades de sal.
Dirígete hasta el centro de visitantes del parque natural Bahía de Cádiz. Encontrarás recursos que te ayudarán a comprender la intrínseca relación entre las marismas, la acción humana y la riqueza del ecosistema que se ha generado a su alrededor. La entrada es gratuita. También puedes reservar visita guiada o apuntarte previamente a alguna de las muchas actividades que se desarrollan en las instalaciones todo el año (conciertos, charlas, talleres infantiles...)
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Ahora, ve hacia la Ronda del Estero y aparca el coche en los alrededores de la confluencia con la avenida de La Constitución. Queremos enseñarte el monumento al Salinero, para que entiendas cuánto de importante es el trabajo de la sal en esta ciudad. La relación de San Fernando con las salinas es tan grande que el traje típico local se inspira en el que hombres y mujeres utilizaban antiguamente para el trabajo en la salina.
Desde aquí haremos uno de los recorridos del sendero El Carrascón. El completo te llevará como dos horas y media (hora y vuelta), por el margen del caño del que recibe el nombre, entre salinas, casas salineras abandonadas y esteros aún en funcionamiento. No obstante, hay diversos accesos perpendiculares desde la Ronda del Estero. Nosotros tomaremos la entrada que hay justo a esta altura de la Ronda y caminaremos hacia el caño de El Zaporito.
Si tu sombra no los asusta, verás un montón de cangrejos y comprenderás por qué a las aves les gusta tanto venir aquí a comer. Pasarás junto a unos esteros en los que se desarrollan pescados y mariscos de forma natural (doradas, lisas, langostinos, quisquillas...) Las salinas y esteros van de la mano, como ya sabes. Pero el estero de El Carrascón se dedica exclusivamente al pescado. Te gustará contemplar la silueta de Chiclana desde este lado, restos del antiguo dique de un puerto y un molino de mareas recuperado al final del camino.
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Terminado el sendero, seguro que tienes hambre. En Casa La Titi triunfan las medias raciones de pescado fresco y arroces (puedes reservar en 956 487 104). En Casa Pepe también hacen una cocina tradicional espectacular: pescados, mariscos, almejas... (si es fin de semana, reserva en el 956 487 498).
Esta tarde vamos al Centro Comercial Bahía Sur. No solo porque allí hay un montón de tiendas de todo y puedes hacer compras a tu gusto, sino porque hay un paseo marítimo con unas vistas magníficas de la Bahía y el parque natural, con paneles explicativos. Aquí podrás echar el resto del día, merienda y cena incluidas. Hasta puedes alojarte aquí. En caso de que prefieras algo más céntrico, en la ciudad hay otros establecimientos disponibles. Consúltalos aquí.
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Hoy emprendemos la marcha hacia Puerto Real. Nuestra primera parada será la salina de la Esperanza. Está gestionada por la Universidad de Cádiz, que está desarrollando en este entorno proyectos de recuperación, investigación y divulgación medioambiental. Nosotros hacemos parada aquí porque, además, es obligada para amantes de las aves. El 80 por ciento de las parejas de chorlitejo patinegro del parque natural han escogido esta espacio para poner sus nidos. Al final del sendero público, hay un mirador desde donde podrás avistar también charrancitos, espátulas y el resto de especies habituales en este parque natural. Si quieres, puedes acceder a la salina y continuar la visita -las hay con guía y sin guía-.
A continuación, dirígete por la carretera de circunvalación de Puerto Real hacia La playa de La Cachucha. Aparca por ahí, o en el Paseo Marítimo, porque vamos a seguir a pie. La Cachucha es una pequeña playa urbana y familiar, con magníficas vistas al saco interior de la Bahía de Cádiz. Si te apetece, puedes darte un bañito. Luego, para almorzar, sube y llégate al resturante 'Balneario Beach'. En la carta hay productos frescos y de temporada como almejas, langostinos y pescados de esteros, tortillitas de camarones, salicornias...
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Por la tarde, te animamos a que te des un paseo por el centro, conozcas su patrimonio y su arquitectura típica. El Teatro Principal (1859) es el segundo en uso más antiguo de Andalucía. En la plaza de Jesús, está la Casa Consistorial. En su día fue una de las más importantes casas señoriales de la villa. Siguiendo por la calle Real, darás con la iglesia de San José (S. XVIII), un edificio declarado Bien de Interés Cultural, hoy desacralizado y sede del centro de interpretación de la Cultura de Puerto Real. El acceso es gratuito (abre de martes a viernes en horario de mañana y tarde; fines de semana, festivos y en verano, solo por la mañana).
Date un descansito, merienda en la pastelería La Trufa y luego sigue caminando hasta la iglesia Mayor, el templo más antiguo y grande de la ciudad. Data del S. XVI y de su uso defensivo dan cuenta las saeteras de la Torre.
Para cenar, puedes ir al restaurante Los Esteros, que se llama así por razones obvias. Si prefieres acercarte más a donde dejaste el coche, ve al Fogón del Guanche, el Tabanco del Teatro o cualquiera de los establecimientos hosteleros del Paseo Marítimo.
Para dormir, puedes encontrar opciones varias en la web municipal de turismo.
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¡Buenos días! Desayuna fuerte porque esta mañana vas a necesitar calorías para quemar. Nuestro viaje por las salinas y esteros nos lleva hoy hasta El Puerto de Santa María. Conduce por la CA-32, dirígete hacia Valdelagrana. Vamos al Centro de Visitantes de la Casa de Los Toruños. Hemos reservado el alquiler de unos patinetes todoterreno para hacer nuestra siguiente ruta (puedes alquilar bicicletas y patinetes en el 645 479 027).
Queremos hacer en patinete el sendero por la vuelta de fuera de la Salina La Tapa y Marivélez, una de las salinas industriales más importantes de la provincia. Es una ruta circular, de baja dificultad, -como todas las del parque natural Bahía de Cádiz-. En comparación con las salinas que has visitado hasta el momento, te llamará la atención el color rojizo de estas balsas de agua. Las puestas de sol y amanecer desde aquí son impresionantes. El color tiene que ver con la presencia de unas microalgas y bacterias con pigmentos rojos. De estas se alimentan unos pequeños camarones -rabúos-, que incorporan el pigmento a su organismo. ¿Y adivina qué ave se alimenta de estos camarones y se vuelve rosadita? ¡Eso es, los flamencos! De hecho, hay gran cantidad de flamencos en este entorno natural, así como otras aves propias de estos ecosistemas: avocetas, charrancitos, chorlitejos patinegros, gaviotas patiamarillas, garcetas, espátulas tiene aquí su hogar. Otras especies como águilas pescadoras y avefrías vienen aquí a alimentarse.
Terminado el sendero, volveremos a la Casa de Los Toruños. Devolvemos los patinetes y nos dirigimos al pantalán. Haremos un paseíto en kayak por el río San Pedro. Supersencillo y superrefrescante. Mientras paleamos, podremos ver, a un lado de la orilla, Los Toruños, de alto valor ornitológico y con un paisaje caracterizado por dunas, marismas, caños y la flora y fauna asociada a ellos. Al otro lado, veremos la salina de Nuestra Señora de Los Desamparados, hoy transformada en explotación acuícola.
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Para almorzar, puedes quedarte allí mismo, en el restaurante Sale et Sole. Los actuales concesionarios (La Sapina) hacen cocina de la tierra, comida vegana y pescado de estero de temporada. O quizá prefieras acercarte a la siguiente parada, aparcar el coche y olvidarte de él en lo que queda de tarde. Ve a la Ribera del Marisco y pásate por La Taberna del Chef del Mar, el primer local de Aponiente y donde Ángel León consiguió sus primeras estrellas. La comida de aquí tiene el sello inconfundible del cocinero portuense, pero con un puntito más canalla -León dixit- . Ten en cuenta que en temporada estival, cierran los domingos, y el resto del año, los domingos por las tarde y los lunes.
Por la tarde, te animamos a continuar el paseo junto a la desembocadura del Guadalete hasta la playa de La Puntilla. Piensa que estas aguas han hecho un recorrido de más de 150 kilómetros y tú eres testigo del final del viaje. ¿O puede que del principio? Reflexiones de tamaña envergadura bien merecen un helado artesanal de la heladería y yogurtería Da Massimo. Flipa con sus creaciones: helado de teja artesana de El Puerto, queso payoyo, sorbete del mar...
Una vez en la playa, te animamos a disfrutar de una magnífica puesta de sol, con la ciudad de Cádiz de fondo. Para cenar, puedes ir a cualquiera de los locales que hay alrededor. Seguro que a estas alturas entiendes el por qué de la inspiración de Felipe Campuzano al componer 'Las Salinas'. “Es lo que queda de mar cuando la mar se dedica a no tener límites exactos, sino sabor inefable”, es lo que decía el genial gaditano al introducir esta pieza en sus interpretaciones.
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Kilómetros: 40 km. |
Conducción estimada: 1 hora. |
Días recomendados: 4 |
Atractivos: Naturaleza y cultura. |
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