Gira tu dispositivo para una experiencia óptima
2 días
Cultura
Gastronomía
Cádiz relax
Escribe tu email y en unos segundos tendrás la experiencia en tu móvil para que puedas verla siempre que quieras.
Te hemos enviado la experiencia a tu correo, disfruta de Cádiz como nunca antes.
¿No recibes tu experiencia?Puede ser un capricho o algo estrictamente funcional. Setenil de las Bodegas es lo segundo. Este pueblo blanco aprovechó las cavidades de la caliza para construir un pueblo incrustado en la roca. ¿No te parece ingeniosa esta manera de ahorrarte paredes y techo? ¡Además frescor gratis en el hogar todo el año! Nadie sale indiferente de Setenil de las Bodegas porque es único.
Arrancamos el día desayunando en la calle Cuevas del Sol, una de las más pintorescas y que en la mañana aún preserva su tranquilidad antes de la llegada de los visitantes. Te regalamos un buen secreto: bordea el río Trejo y crúzalo por uno de sus lindos puentecitos. Sube hasta la calle Cantarería Alta y ya estarás muy cerca del mirador de los Reyes Católicos, cerca de la ermita de San Sebastián. ¡Disfruta las vistas con calma! ¿Ves la torre que se alza enfrente de tí? Esa era la alcazaba que los ejércitos cristianos asediaron desde este mismo punto, de ahí el nombre de este mirador. (Si puedes, acércate en otoño porque organizan una fiesta para recrear este episodio histórico). Ahora contempla los alrededores del pueblo...olivos y más olivos. Roma nos dejó esa herencia y los andaluces le dimos una vuelta de tuerca para hacer del aceite auténtico oro líquido.
Si con el paseo por las cuestas del pueblo se despierta el hambre, en la calle Cuevas del Sol, la más animada, hay muchos restaurantes de tapas como el Bar Frasquito, La Tasca o La Escueva. Las mesas en la terraza andan muy buscadas, ¡atento! En su calle antagónica, Cuevas de Sombra, también se puede tapear a buen precio.
Inserta aquí una nueva sección
Ahora te proponemos seguir la ruta hacia el norte hasta el pequeño Alcalá del Valle, pueblo blanco como la nieve donde, además del aceite, hay otro producto estrella: el espárrago. Aquí hasta se celebra una feria (el primer fin de semana de abril) en honor a esta hortaliza que tan buenos resultados da en las cocinas andaluzas.
Pasea por sus calles de ritmo sosegado donde todos se saludan y el modo de vida es un homenaje a la sencillez bien entendida. Uno de los lugares más particulares del pueblito es la Plaza del Emigrante, con una estatua que recuerda a los muchos andaluces que se vieron obligados a abandonar su tierra durante la posguerra. Por tu parte, si de verdad quieres sentirte bendecido por poder estar aquí, te sugerimos comer en uno de los restaurantes mejor valorados de la provincia: el mesón Sabor Andaluz. Pura gastronomía local.
La tranquilidad de Alcalá del Valle te pide quedarte. Si andas en busca de un alojamiento especial cuidado al detalle y con marcado sabor castizo, lo encontrarás en el cortijo El Guarda y su deliciosa piscina. Otra excelente opción es el hostal rural La Esperanza, con decoración morisca y todas las comodidades a precio muy competitivo.
Si ya has probado un buen desayuno andaluz te habrás percatado de que aquí el aceite tiene densidad y sabor más que intenso. ¡Vayamos a descubrir por qué aquí es tan especial! Flanquearemos la Sierra de Grazalema hasta las afueras de Olvera. Allí encontrarás la famosa cooperativa agrícola Los Remedios, donde el aceite se toma tan en serio o más que una bodega con sus vinos. Aquí se organizan catas de diversos niveles, visitas guiada a la almazara para profundizar en todo el proceso de producción e incluso a los olivos para aprender sobre la recolección. Si te atrae el plan, contacta con Dolores Ortega a través de su página web para más detalles sobre las visitas. Si no tienes tiempo, puedes comprar botellas o garrafas en su tienda para saborear aceites de otro nivel. El aceite de oliva de la Sierra de Cádiz tiene Denominación de Origen desde 2002.
Empapados sobre la importancia que tiene aquí este producto, es el momento de enfilar hacia el pueblo de Olvera, cuya estampa nos tiene robado el corazón. Las casitas blancas apiñadas en la loma y, coronando lo más alto, la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación compitiendo en protagonismo con el castillo de origen árabe. Una metáfora perfecta de cómo religión y guerra fueron de la mano en estas tierras. Sin duda te recomendamos visitar la fortaleza (2 euros/adulto), muy bien restaurada y con un pequeño centro de interpretación para contextualizar el monumento.
¿También te cautivó el embrujo de este pueblo blanco? Entonces quédate a dormir. Una opción acertada es Nº 31 Bed & Breakfast, en una casa preciosa y restaurada en pleno centro. Si por otra parte te seduce más un retiro de paz, vale la pena conducir hacia el sur hasta la Hacienda El Mirador, con excelentes vistas panorámicas, piscina y trato familiar. Duermas donde duermas te deseamos unos sueños profundos e intensos como un aceite de oliva virgen sin filtrar.
Kilómetros: 31
Conducción estimada: 46 min.
Días recomendados: 2
Atractivos: Cultura, gastronomía.
Ver recorrido en mapa: Google Maps