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5 días
Gastronomía
Naturaleza
Cádiz auténtica
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¡Nos encanta verte de nuevo! En esta ocasión, hemos organizado una escapada ideal para viajar en familia, o para pasar unos días de asueto en contacto con la naturaleza. La cosa va de tranqui, con calma, que es como se produce uno de los productos típicos y más dulces de nuestra provincia: la miel. Como lo oyes. Resulta que además de vinos de fama internacional,sal de primera calidad,aceite de oliva con denominación de origen y quesos ecológicos, en Cádiz , entre otras muchas cosas, se nos da estupendamente elaborar miel.
Bueno, a nosotros no, a las abejas. Nuestras queridas abejas ibéricas (apis mellifera iberica) están encantadas con nuestro clima y la cantidad de olivos, salinas, bosques de alcornoques, pinsapos y el resto de entornos naturales que hay en la provincia de Cádiz para construir sus colmenas. Y nosotros con ellas, claro. Quienes saben de apicultura explican que nuestra miel está tan buena porque buena parte de las colmenas de la provincia no son transhumantes, no tienen pesticidas y la miel se deja madurar entre tres y cuatro meses. O sea, que también están contentas con nuestros apicultores.
Recomendamos vivir esta experiencia en otoño. En nuestra primera parada nos lo explicarán todo mucho mejor. Iremos al museo de la Miel y Las Abejas, en Jerez de la Frontera (Rancho Cortesano, Carretera de Cortes -A-2003- Desviación el Torno, km.2). En estas instalaciones realizaremos un recorrido en el que conoceremos el fascinante mundo de la apicultura, desde la importancia de las abejas en el equilibrio natural hasta la elaboración de la miel y sus numerosos efectos para la salud. Las visitas pueden hacerse de forma individual o en grupo, con guía y en varios idiomas (teléfono de información 956 237 528).
Cuentan con una completa y divertida agenda de actividades de educación ambiental. Nosotros nos hemos apuntado a la que están desarrollando ahora todos los fines de semana: una visita guiada a las colmenas, en la que además de explicarnos la historia de la apicultura y sus productos, haremos una cata de miel y polen, envasaremos un tarro de miel y elaboraremos una vela con cera virgen. ¿A que mola?
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Es buena opción almorzar en el mismo restaurante de Rancho Cortesano porque tienen un huerto y de allí sacan buena materia prima, aunque esta vez, optamos por ir a alguna venta de las que hay alrededor para conocer otras opciones. Por ejemplo, el restaurante venta Gabriel, venta Lomopardo... Nos decantamos por la venta Cartuja (ctra de Lomopardo s/n) Hemos reservado mesa en el salón del asador (tfno 956 156 590), para degustar su cocina casera en un espacio con cinco siglos de historia.
Tras el almuerzo, iremos a merendar a Medina Sidonia. Por el camino, cruzaremos el río Guadalete por el puente de La Cartuja (SXVI) y pasaremos junto a la Laguna de Medina -la más grande de la provincia e importantísima desde el punto de vista medioambiental-.El camino lo haremos por la autovía A-381.
Llegamos a Medina. La ciudad nos recibe asomada al balcón que es el cerro sobre el que se asienta. La cima es la cota más alta de los alrededores, así que no es de extrañar que haya sido motivo de deseo para las poblaciones romana, visigoda, musulmana y así hasta hoy, porque Medina tiene un algo especial que te atrapa para siempre... Desde Medina podremos contemplar vistas magníficas del entorno. Luego lo veremos.
De momento, hemos venido para conocer y deleitarnos el paladar con unos dulces tipiquísimos que utilizan la miel de nuestras abejas gaditanas como ingrediente principal. La localidad puede considerarse como la capital de la repostería andaluza. Aquí elaboran aún recetas reposteras con varios siglos de historia. Los veremos y probaremos en el obrador de 'Aromas de Medina'. Las visitas son gratuitas, tanto si vienes de forma individual o en grupo. Los grupos de al menos 20 personas cuentan con guía acompañante durante el recorrido (más información en el teléfono 956 410 337).
En la fábrica podremos conocer cómo se fabrican dulces típicos de Cádiz, caso de amarguillos, huesos de santo, mantecados, polvorones, roscos, grageados, bombones, chocolates y, cómo no, las tortas pardas y los famosos alfajores de Medina, con sello de Indicación Geográfica Protegia (IGP). En la tienda venden todos estos dulces típicos, mieles, confituras... Llévate unas cuantas cajas de recuerdo. También podemos echar un rato agradable en la cafetería. Eso sí, es muy importante que tengas en cuenta al planear este viaje que el obrador, la cafetería y la tienda de Aromas de Medina sólo están abiertos al público en los meses de octubre, noviembre y diciembre.
Pásate también por la pastelería Sobrina de Las Trejas. Con sus más de 150 años de historia, le han cogido el punto la mar de bien a hacer dulces. Es una de las pastelerías más antiguas de Andalucía y está abierta todo el año. Tienen el despacho en la plaza de España, un lugar muy céntrico que los asidonenses conocen como La Alameda y que suelen usar como lugar de esparcimiento. Creen que los romanos tenían su foro en este espacio. Hoy podemos encontrar el ayuntamiento y varios locales para merendar, cenar o tomarse algo para reponer fuerzas... También está por allí la oficina de turismo y la plaza de abastos. Puedes preguntarles dudas y planes para esta noche (C/ San Juan). Además, organizan visitas guiadas por el conjunto arqueológico romano, el castillo, el museo etnográfico y los principales hitos históricos del municipio.
Puedes pasar la noche en cualquiera de estos establecimientos hosteleros
Eso sí, no te vayas de Medina sin subir al castillo y disfrutar de las vistas.
Venga, que no se te peguen las sábanas. Desayuna y coge las cosas. Nos vamos a Prado del Rey, el centro neurálgico de la producción de miel en la provincia de Cádiz. El pueblo pertenece a la ruta de Los Pueblos Blancos de Cádiz. En el término municipal hay restos de asentamientos desde época neolítica. La localidad actual fue fundada en el S. XVIII, por el rey Carlos III, en el marco de sus planes de repoblación de Andalucía. Esto explica su peculiar trazado urbanístico de líneas rectas y perpendiculares.
Prado del Rey es un gran jardín con un pueblecito dentro, con todos sus avíos: sus casitas blancas, flores, tejados marrones... Una forma entretenida de conocerlo es recorrer el paseo de los azulejos. Recorre las principales calles del pueblo, al tiempo que podemos ir leyendo la historia y sucesos locales. Veremos la iglesia Nuestra Señora del Carmen (S. XIX), cuyo interior alberga un hermoso retablo de 1638; y el pósito de Labradores (SXVIII), la construcción más antigua que se conserva en el pueblo. Más allá están las salinas de Prado del Rey. Una maravilla geológica. Y el yacimiento arqueológico de la antigua ciudad romana de Iptuci. Por cierto, en la fachada de la torre de la Iglesia que vimos antes hay un cipo funerario aparecido este yacimiento.
En cuanto a nuestra excusa para venir, la miel, este pueblo acoge cada otoño una feria de La Miel y la Tapa en la que se muestran las diversas mieles que se producen en el entorno, al tiempo que se aprende sobre apicultura. Esta actividad, junto a la marroquinería y la agricultura son las más importantes desde el punto de vista económico en el municipio. La mitad de las colmenas de toda la provincia son gestionadas por empresas apícolas situadas en Prado del Rey.
Si haces coincidir tu viaje con la feria de la Miel y la Tapa, puedes aprovechar para venir al evento, degustar los diversos tipos de miel y participar en los talleres. Está chula para venir con los peques. No sólo eso, también puedes degustar las recetas gastronómicas elaboradas a base de miel de Cádiz y otras lindezas de las que endulzan el alma y alegran la vida. Si no, puedes pasarte por El Zanganillo (Avda de la Diputación 19), para llevarte unos cuantos tarros. ¡Hay tantas variedades!! Puedes llamarlos al 691 11 33 04.
Ya que estamos aquí, tenemos que llegarnos a las bodegas Rivero para conocer la historia de los vinos Pajarete (puedes reservar la visita en 956 724 320 o 665606179). Luego almorzaremos en el mesón rural Iptuci (C/ Teniente Peñalver, 31) y merendaremos pestiños y torrijas hechas con miel en la pastelería Sandra (C/ Teniente Peñalver, 26) . Hay más sitios que ver y cosas que hacer en Prado del Rey. En la oficina de turismo, pueden darte más detalles.
Antes de que termine de caer el día, iremos a nuestro siguiente destino: El Bosque. Se trata de un pequeño y encantador municipio. Del tirón iremos al hotel donde pasaremos la noche, Las Truchas. Mira si te viene bien alguna de las promociones vigentes Nuestra intención para esta noche es dar un paseo por el pueblo, cenar en el restaurante del mismo hotel una buena trucha o cordero al horno, especialidades de la casa y prepararnos para la aventura de mañana. Si prefieres otras opciones de alojamiento, aquí están todas.
Quizá nuestra visita coincida con la recreación histórica con la que los lugareños recuerdan cada año su fundación, concedida hace más de doscientos años gracias a la heroicidad de sus vecinos, quienes plantaron cara a las tropas napoleónicas.
En El Bosque huele a montaña, a verde, se respira tranquilidad, se oyen las aguas del río a su paso por el pueblo... Si te apetece y no lo has hecho aún, recorre el sendero del río Majaceite.
A través del centro de visitantes (que esta cerrado temporalmente y actualmente se encuentra en el jardín botánico "El Castillejo"en la dirección Camino del Castillejo, S/N y teléfono 622657852) podremos hacer una primera introducción al parque natural Sierra de Grazalema. Es este parque natural y en el de Los Alcornocales donde se encuentran muchas de las colmenas productoras de la miel pura de abeja de la provincia.
Ya que estamos, vamos al centro de interpretación del Queso el Bosqueño (C/ Antonio Machado) y aprendemos qué tienen de especial los quesos elaborados con leche de cabra payoya y oveja merina grazalemeña. Además de quesos, en la tienda puedes comprar mieles elaboradas en el entorno y otros productos de la zona, como chacinas y aceite de oliva.
También puedes animarte a subir hasta el pico que tienes delante. Se llama Albarracín. No es complicado, aunque no es un sendero señalizado, así que es recomendable contratar los servicios de algún guía de montaña o empresa de turismo activo para realizarlo con seguridad. Además, nos ayudarán a interpretar el entorno y la experiencia será mucho más enriquecedora.
Benamahoma
De todas formas, como esta vez venimos a cuento de la miel, continuaremos nuestro viaje destino a Benamahoma, justo al otro lado de la montaña. En la ribera de los batanes está El Pinsapar. Sí, ya, ya. Los batanes eran unos ingenios hidráulicos que aprovechaban la energía del río Majaceite. En el Ecomuseo del Agua, teléfono 683 247 171 situado en un antiguo molino, te enseñan más sobre este curioso tipo de instalaciones.
Y El Pinsapar que venimos buscando es una productora de miel pura de abeja. Además elaboran productos cosméticos. Hemos venido a por la crema de manos y la crema antiarrugas. Ya sabes, no es que nos haga falta todavía. Es sólo por si acaso. Ah, mira, coge protector labial, porque es superbueno para los labios agrietados. También hacen unos caramelos rellenos de miel, mieles de muchos tipos y meloja, un dulce típico a base de miel y cidra.
En Benamahoma no hay hoteles ni hostales. Pasaremos la noche en uno de los bungalows del camping Los Linares (Calle Nacimiento, s/n) o en alguna vivienda rural.
Cenar tampoco será un problema. Podemos ir a El Cancha, la venta El Bujío, el bar Añoranzas, Alameda...
Hoy iremos a la comarca del Campo de Gibraltar, aunque primero vamos a desviarnos para pasar por Grazalema, un pueblo blanco rodeado por las más elevadas simas del parque natural que le da nombre. Un paisaje agreste y frondoso moldeado por el agua, tanto las del río Guadalete como las de las copiosas lluvias. Aquí les gusta recordar que es el lugar con mayor pluviometría de España, aunque eso no le resta un ápice de interés turístico. Todo lo contrario.
Desde Grazalema parten numerosas rutas de montaña y senderos por el parque natural. El de El Pinsapar, La Ermita del Calvario, Garganta Verde, Llanos de El Rabel... Nosotros queremos ir para comprar algunos productos gastronómicos elaborados en la zona, tales como los quesos de las cabras y ovejas autóctonas o la miel. En la tienda de Sabores de Grazalema encontramos un poco de todo. O mejor aún, hacemos un segundo desayuno en la pastelería La Golosa y nos llevamos tarritos del néctar elaborado por las abejas de la empresa apicultura Miel de Grazalema.
Luego iremos a Jimena de la Frontera, subiremos al castillo y compraremos piñonate en algún obrador. Se trata de un dulce típico del lugar que nada tiene que ver con los piñonates que se hacen en otros sitios. El de Jimena suele hacerse por las fiestas navideñas. Es una receta muy laboriosa. Si se te ha hecho la boca agua, puedes encargarlo a la asociación El Avío y te lo mandan a cualquier parte de España.
Antes de que se acabe, llévate miel de naranjo y aguacate de Miel Los Alcornocales, elaborada por un apicultor local que tiene sus colmenas en los bosques de Jimena, Sotogrande y Guadiaro. Puedes encontrarla en la frutería Diego del mercado de abastos y también mediante venta directa (más información en el 676973811)
Proseguimos nuestro camino hasta la segunda ciudad más poblada de la provincia y llegamos a Algeciras. Encontramos la entrada al sendero del río de La Miel. Es un recorrido muy fácil, ideal para viajar con niños, aunque con un paisaje sorprendente. Una especie de selva tropical en plena península ibérica, a escasos kilómetros del puerto con más tráfico de mercancías y del núcleo industrial de la comarca. Un remanso de paz natural en el que seguiremos el curso del río hacia el parque natural de Los Alcornocales.
El río de la Miel recibe su nombre de la multitud de colmenas que existían antiguamente en sus alrededores. De aquellas colmenas quedan restos, igual que de otros vestigios que demuestran su importancia para las diversas civilizaciones que han pasado por aquí: yacimientos arqueológicos, molinos (el de Escalona sigue funcionando), el puente medieval... El río ha sido fuente de inspiración para poetas como Ibn Abi Ruh y guitarristas, como el algecireño Paco de Lucía
Hoy día hay otras colmenas. Con la miel producida por estas abejas elaboran sus productos, por ejemplo, Miel San Lorenzo. Puedes encontrarla en los puestos del mercado Ingeniero Torroja y alrededores.
En Algeciras la miel es un ingrediente muy demandado, ya que forma parte de multitud de recetas tradicionales, tanto locales como de la población migrante, en su mayoría marroquí. Ya que estamos por aquí, iremos a la pastelería Alhambra (C/ José Santacana, 2). Son especialistas en hacer de forma artesanal dulces típicos árabes, de esos chiquititos con miel, frutos secos y especias.
El resto del día aprovecharemos para visitar la plaza Alta, la iglesia de Nuestra Señora de Palma y la capilla de Europa, el parque arqueológico de las murallas meriníes el parque María Cristina.
Si buscas para comer, la guía gastronómica de Algeciras te resultará útil Puedes pasar la noche en alguno de estos alojamientos.
| Kilómetros: 266 |
| Conducción estimada: 4 horas 56 minutos |
| Días recomendados: 5 |
| Atractivos: Gastronomía y naturaleza |
| Ver recorrido en mapa: Link |
